Después de la época de hegemonía unipolar de los Estados Unidos con la caída de la URSS y con la efectiva empantanada que abiertamente reconoció Zbigniew K. Brzezinski (ex asesor de seguridad nacional con el presidente Jimmy Carter y cercano a la casa blanca hasta su fallecimiento en 2017) que realizaron de forma exitosa para que Rusia dilapidara gran cantidad de recursos humanos y financieros en un enfrentamiento fallido, ahora nos encontramos con un escenario tripolar agregando a China y a Rusia.

Alrededor del año 2000 el crecimiento de la actual superpotencia China era muy similar al de otras economías emergentes, era casi imposible pensar que en menos de dos décadas, tanto Rusia como China, fueran capaces de desafiar a los Estados Unidos, quien gobernó literalmente el mundo sin ninguna resistencia durante la década de los 90s e inicios de los años 2000, fue en el año 2008 cuando las consecuencias de la embriaguez financierista del modelo neoliberal global aparecieron en la economía global, con el “Too Big To Fail” de Lehman Brothers y todos lo que esto significó, en este preciso momento China tuvo claro que estar pagando los platos rotos propiciados por otros países no era su modelo a seguir, a pesar de que el actual escándalo de Evergrande, podría parecer similar, China hizo en dos décadas lo que los Estados Unidos dejaron de hacer desde el Tacherismo y el Reaganomics, invertir en infraestructura.

En una famosa entrevista del el polémico ex presidente Trump con el ex presidente Carter, pregunta Trump porque los Estados Unidos habían perdiendo su liderazgo, la respuesta de Carter fue muy clara, las largas y costosas guerras que los Estados Unidos han librado a lo largo de su historia, tuvieron un precio muy alto dentro de su propio terreno, mantener más de 800 bases militares alrededor del mundo no es cosa fácil, mientras tanto Rusia y China se enfocaron en ser lo más autónomos posibles, fomentando la economía real en sectores estratégicos para sus naciones.

El pasado sábado 6 de noviembre fue aprobado el histórico plan bipartidista de 1.2 trillones de dólares para invertir en la infraestructura que los Estados Unidos tanto necesitan.

Sin embargo desde el 2016 China fundó su famoso AIIB (Asian Infrastructure Investment Bank), es el banco de inversiones en infraestructura más grande del mundo, con una liquidez de alrededor de 8 trillones de dólares y con un presupuesto anual de 3.3 trillones de dólares para invertir en economía real, el proyecto de las 3 rutas de la seda de China necesita un brazo financiero mayúsculo para que sea una realidad, uno de los continentes donde más están invirtiendo es en África, incluso Israel acordó que China maneje uno de sus principales puertos en la bahía de Haifa, es decir no estamos jugando.

El doctor Alfredo Jalife comenta que las tres principales fortalezas de los Estados Unidos siguen siendo:
El dólar-centrismo, el control del sistema financiero internacional y su maquinaria propagandística de ensueño, tres pilares que mantienen a los Estados Unidos en la posición en que se encuentra y ninguna de las otras dos superpotencias está cerca de tenerlas.

Lo comente en el artículo pasado de Privacidad Digital el ex director de software del pentagono Nicolas Chaillan comenta que China lleva la delantera respecto a Estados Unidos en la carrera tecnologica y militar de la Inteligencia artificial, con una brecha de 15 a 20 años, bien lo plantea el Dr. Jalife, aquí puede haber cuatro lecturas:

1. Que sea verdad

2. Que ocupen el discurso para atraer más recursos al complejo militar industrial que gobierna desde el presidente Dwight D. Eisenhower

3. Que ahora en los Estado Unidos se hayan vuelto demasiado paranoicos.

4. “EU ya no sabe competir en su falaz entelequia del “libre mercado” –que ni es libre ni es mercado”

El 26 de octubre el portal CNBC publicó un artículo donde detallan las 5 tecnologías que los Estados Unidos no deben perder en los próximos 5 años para continuar con su liderazgo a nivel mundial, citando a verdaderos pesos pesados como Michael Orlando del Centro Nacional de Seguridad y Contraespionaje, quien reporta directamente a la dirección nacional de inteligencia, actualmente encabezada por Avril Haines.

Una de las mayores preocupaciones no solo es perder el liderazgo a nivel mundial, sino quedar rezagados en el sector mega estratégico de la tecnología a nivel mundial. Por ejemplo el pasado 15 de julio, Xiaomi marca insignia de China sobrepasó a Apple marca icónica de los Estados Unidos como el 2º fabricante de teléfonos inteligentes que más envíos realiza a nivel mundial.

Abiertamente comentan que el liderazgo de las joyas tecnológicas en los Estados Unidos, no se ha preocupado por limitar la participación de la influencia del país asiatico en estas mega corporaciones, descuidando adquisiciones, fusiones y compra de participaciones mayoritarias de acciones paras participar en los consejos de administración por parte de inversionistas del país asiatico, además gran parte del sistema educativo estadounidense de alto nivel, está financiado y patrocinado en gran medida por inversionistas del país asíatico, en pocas palabras comentan que el GAFAM entre otros grandes jugadores, están más ocupados en hacer ganancias millonarias en la bolsa que en la seguridad nacional que implica no controlar y dominar el sector tecnológico altamente cambiante, volátil y dinámico.

Dichas preocupaciones se ven manifestadas en el punto más candente del planeta en estos momentos, el estrecho de Taiwan, aunado al tratado AUKUS que ha encendido las líneas rojas de la superpotencia asiática con su política de una sola China.

Las 5 tecnologías clave son las siguientes:

1. Inteligencia Artificial (AI)

La inteligencia artificial es el intento de replicar la inteligencia humana en máquinas para resolver problemas sin depender de subjetividad y limitación de las condiciones físicas, mentales y emocionales del humano.

Lo hemos venido comentado en algunos artículos pasados de este blog, es uno de los términos más escuchados en los últimos años y como expresó nada más y nada menos que Sundar Pichai, Director Ejecutivo de Google “la inteligencia artificial supondrá un cambio mucho más profundo que el fuego, la electricidad o el internet”.

Recordemos que Google lleva más de 20 años trabajando en este tema, Sundar Pichai comenta que durante el próximo ¼ de siglo, la Inteligencia Artificial y la computación cuántica, son los temas en los que el género humano estará trabajando e invirtiendo más tiempo y recursos.

2. Computación cuántica

La computación ordinaria se basa en un principio dual, definiendo dos estados de la materia, un estado es el 0 y otro estado es el 1, a partir de esta lógica de entradas y salidas, encendido o apagado, abierto o cerrado, se encierran los paradigmas físicos y matemáticos para resolver un problema.

La computación cuántica plantea un universo de estados de la materia entre 0 y 1 o los dos al mismo tiempo, lo que abre el universo de posibilidades para explorar múltiples paradigmas para resolver problemas, a un nivel inimaginable.

Evidentemente la potencia que domine la computación cuántica, tendrá ventajas asimétricas contra sus competidores, porque todo lo que desarrollamos actualmente como humanidad está enfocado a un tema digital, ejemplos conocemos bastantes, sistema financiero, sistemas eléctricos y energéticos nacionales, sistemas de inteligencia, sistemas de ciberseguridad, sistemas de seguridad militar como radares, misiles, aeronaves, y más, protocolos de comunicación y cualquier sistema digital, será totalmente vulnerable al poder de cálculo de estas supercomputadoras, porque será fácil vulnerar los protocolos de encriptación.

3. Biociencia

La compañía asiática WuXi Biologics compró una planta de manufactura a Bayer en Alemania, compró otra importante a Pfizer en China, además de estas compras estratégicas, WuXi Biologics está construyendo plantas de manufactura de farmacéuticos en Irlanda y en Massachusetts, recientemente otra compañía relacionada a WuXi Biologics, anunció que va a crear una fábrica importante en Delaware.

La pandemia ha fortalecido a Pekín en múltiples rubros, desde el inicio de la misma, lideraron a nivel mundial la producción de las tan utilizadas mascarillas, realizando exportaciones a casi todos los países del mundo, gracias a su sólida y creciente cadena de suministro, pudieron llegar a cualquier rincón de la tierra, el gigante asiatico es de los países que tiene más vacunas tiene registradas contra el COVID-19.

4. Semiconductores

Como lo comente en el artículo de la era de los chips, es bien sabido en estos tiempos que la escasez de los chips ha golpeado a múltiples sectores, porque prácticamente cualquier dispositivo electrónico que utilizamos requiere de estos componentes vitales, incluso uno de los sectores más afectados por esta situación ha sido el sector automotriz, con la producción de vehículos cada vez más informatizados.

Los Estados Unidos son totalmente dependientes en su mayoría de una sola compañía de producción de chips TSCM, tampoco existen tantos competidores a nivel global, debido a la gigantesca inversión que se requiere para entrar en el sector, el tiempo necesario para construir la infraestructura, sin olvidar el preciado y escaso capital humano necesario para desarrollar y producir estos componentes de alta tecnología.

En marzo del presente año, la firma de capital privado de Pekín “Wise Road Capital March” compró MagnaChip una compañía de producción de chips fundada en Corea del Sur por 1.4 billones de dólares.

Los Estados Unidos también subrayan que al no controlar la producción de chips en su totalidad, pueden ser vulnerables a que los fabricantes introduzcan componentes para extraer datos e información relevante de los usuarios.

5. Sistemas Autónomos

Simplemente estudia la acción de Tesla para que entiendas el apetito del mercado por esta tecnología, el desarrollo de vehículos autónomos tanto para el ámbito comercial como para el militar, terrestres y aéreos, suponen un gran avance para la humanidad y también una gran vulnerabilidad respecto a la ciberseguridad que los envuelve, ya que si los sistemas son comprometidos, los atacantes pueden sustraer una gran cantidad de datos que los sistemas autónomos recopilan, lo que se convierte en una amenaza de seguridad nacional.